El valor de las palabras

Quiero dejaros claro que no soy ESE TIPO DE GATOS que escriben MI QUERIDO DIARIO por allí y por allá.

Como todos los días,hoy me levanté de la cama de mi dueña Helena y fui a dar un paseo por el pasillo.Un poco después volví junto a ella,me puse en la almohada y le di pequeños cabezazos para que me dejara pasar por dentro de las sábanas y no me hizo caso, así que le di besitos.Entonces sí que se despertó y me dejó pasar.

Serían más o menos las diez y media de la mañana cuando me levanté dispuesta a afrontar un día de frío.Helena ya se había ido al instituto, y los padres ya estaban en el trabajo.Aunque parezca mentira,Helena me cuenta muchas cosas que le da vergüenza contar a sus padres.Confía en mi.Yo la escucho siempre muy atenta,porque aprendo cosas de ella.

Un día me contó que cuando saca algún 10 en un examen le dan una coca-cola de "premio",(aunque ella afirma que es una obligación suya sacar buenas notas).Entonces yo intenté hacer algo que es gustara a sus padres para que me dieran de la comida que más me gusta.Me pasé toda la tarde con Helena dándole mimos y haciendo cosas graciosas,como coger el ratón de juguete con la boca,dejarlo en el suelo y escapar de él.Por la noche me dieron el "premio",(la coca-cola no,la comida que me encanta.)Pero eso fue ayer por la noche.

Mientras estuve hablando con vosotros se hizo de noche y es mi hora de ir a la cama con Helena.Pero antes de irme os tengo que pedir que no le conteis a nadie esto.¿Que a que me refiero?A que no le cuentes a nadie nuestro secreto de gata a persona.No le cuentes a nadie que hablé contigo.Soy una gata corriente.¿Recuerdas??

Me voy para la cama.Me estará esperando.